¿Es posible acelerar nuestro metabolismo?

15 Julio 2018 | Salud
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Una masa muscular óptima y un bajo porcentaje de grasa se consigue con el aporte diario del número de calorías necesarias, es decir, ingiriendo la cantidad de alimento suficiente. Es posible acelerar tu metabolismo cambiando pequeños hábitos cada día que a largo plazo nos supondrán tener más vitalidad, más ganas de moverte y consumir más calorías.


1) Desayuna a diario
Es importante tomar algo nada más levantarte, durante la noche, gran parte de nuestros organos digestivos están "dormidos" debido a que estamos durante un largo periodo de tiempo sin ingerir alimentos. Tomar un vaso de agua con limón en ayunas, además de despertar nuestro sistema actuará como un potente eliminador de toxinas.

Es conveniente tomar un desayuno completo, esta primera comida del día puede tener más cantidad de carbohidratos que las restantes, pues son los encargados de aportar más energía (nunca olvides en ninguna comida, incluir proteína). Desayunar despierta tu metabolismo, con lo que gastas más calorías a lo largo del día. Desayunar hace que mantengas constantes los niveles de glucosa e insulina, siendo así más sencillo evitar alimentos poco saludables.

Si lo además lo que estás buscando es ayudar a tu cuerpo a la canalización de las grasas para promover la pérdida de peso, tenemos productos indicados para ello.


2) Controla la grasa
Los alimentos ricos en proteínas y carbohidratos provocan mayor gasto de calorías (termogénesis) que los alimentos ricos en grasa. Esto puede explicar por qué algunas personas engordan a pesar de comer muy poco (menos de 1.500 calorías al día), ya que toman raciones pequeñas de alimentos ricos en grasa como una barrita de chocolate o una porción de pizza, y en cambio hay otras que pueden comer grandes cantidades de alimentos sin engordar, pues escogen raciones grandes de alimentos como legumbres, verduras, frutas y cereales que apenas tienen grasa.


3) Entrenamientos en ayunas
Entrenar por la mañana en ayunas. El objetivo es reducir las reservas de glucosa o glucógeno muscular para recurrir a las grasas de reserva para obtener energía durante el ejercicio. Esta práctica, solo es recomendable para profesionales, personas que se dedican al mundo del fitnes, y ese es su trabajo, dónde sus porcentajes de grasa deben ser anormalmente bajos. Para una persona que no se dedique exclusivamente a ello, hacer deporte en ayunas no es lo más apropiado, pues después no tendrá tiempo de descansar y comer bien, deberá de ir al trabajo y estar hasta la hora de la comida sin comer. Esto sería totalmente contraproducente, ya que nuestro organismo necesitará sacar energía de algún sitio, y dónde más hay es en el tejido muscular. Digamos que catabolizaremos, esto no es otra cosa que la de perder masa muscular para que podamos seguir teniendo energía. Caeremos en un error si catabolizamos, ya que cuanta más masa muscular tengamos, más calorías consumiremos y por lo tanto, más grasa quemaremos.

Hay complementos alimenticios que ayudan a la pérdida de grasa evitando que consumamos masa muscular.


4) Come las veces que quieras respetando las calorías diarias
Si lo que quieres es adelgazar, necesitas gastar al final del día más calorías de las que ingieres. Comiendo se gasta energía para absorber, transportar, almacenar y metabolizar los alimentos. El llamado efecto térmico de los alimentos aumenta el metabolismo en reposo entre un 8 y un 16% durante las dos o tres horas tras la comida. Realiza 7 comidas al día para asegurar una alimentación variada y aumentar la energía que se gasta en la combustión de los alimentos, lo que hará que aumente tu gasto calórico manteniendo alto el metabolismo. Puedes comer tantas veces al día como quieras, siempre y cuando no te excedas de las calorías que te tocan al día dependiendo de tu peso, tu altura y tu actividad física.


5) Correcta toma de carbohidratos
Los carbohidratos son la mejor fuente de energía así que no caigas en el error de eliminarlas de tu dieta. Los más apropiados son los que contienen un índice glucémico bajo, los más ricos en fibra. Es recomendable que el porcentaje de carbohidratos que ingieras durante el día vaya disminuyendo, siendo en el desayuno cuando más comas de estos, y menos en la cena. No olvides nunca de incluir en todas tus comidas proteínas suficientes.


6) Nuestro cuerpo se acostumbra a todo
Cuanto más entrenas un deporte, más eficaz eres, lo que se traduce en que gastas menos calorías para hacer el mismo ejercicio. Nuestro cuerpo es capaz de adaptarse a casi cualquier cosa, por lo que también se acostumbra rápido a los hábitos que nos marquemos. Lo mejor es cambiar de rutina de ejercicios cada 3 o 4 semanas, incluyendo al menos una vez por semana algún entrenamiento dónde haya cambios de intensidad durante el ejercicio, asi mantendremos siempre el cuerpo "alerta" evitando que se acostumbre. Con los alimentos sucede lo mismo.

Es esta la razón por la cual después de llevar tiempo entrenando o manteniendo una dieta, dejamos de ver cambios o progresos.


7) Vitaminiza tu metabolismo
Las vitaminas y minerales no adelgazan, pero son necesarias para obtener energía a partir de los alimentos, y algunas son imprescindibles para el metabolismo energético. Si quieres “quemar” debes cuidar la dosis de vitaminas B (B1, B3, B6, B12, ácido fólico) cromo y zinc. Es crucial mantenernos nivelados, pues nuestro organismo en cuanto note alguna carencia "tirará de otras para suplirla" y esto no nos conviene en ningún caso. Para asegurarnos de que obtenemos todas las vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita tenemos una amplia gama de complementos alimenticios que te ayudarán a asegurarte de que no te falta de nada.


8) Come alimentos ricos en Omega 3

Ya sabemos que comer pescados ricos en ácidos grasos omega 3 (como el salmón o atún) acelera tu metabolismo, además de regular los niveles de azúcar en sangre y reducir otros problemas como la inflamación. Pero algunos estudios han comprobado que estos ácidos grasos también ayudan a reducir la resistencia a la leptina, una hormona que facilita la pérdida de peso. 

En caso de que no te guste comer pescado o prefieras otras alternativas, puedes agregar un complemento diario de Omega 3.


9) Bebe durante el día

Beber agua a lo largo del día, o incluso beber agua en las comidas, ayuda a comer menos cantidad de alimentos. No solo eso, sino que al consumir bastante proteína, la cual nos favorece, es MUY IMPORTANTE bebe mucha agua, para ayudar a nuestros riñones a mover toda esta proteína. Además el agua ayuda a limpiar y eliminar las toxinas que pueden favorecer la acumulación de grasa, y si además nos acostumbramos a tomar té, mucho mejor. Puedes sumergirte en el mundo del té y ver todos los tipos que hay y sus beneficios. El té verde y el té rojo son dos buenos ejemplos de ello.

El té verde es conocido por sus propiedades antioxidantes, pero también se ha descubierto recientemente que ayuda a acelerar el metabolismo, y con ello a perder peso rápidamente. Investigadores de diversas universidades han realizado estudios con varios grupos de gente para determinar los beneficios de esta infusión. Uno de los resultados obtenidos fue que quienes comenzaron el hábito de tomar té verde bajaron de peso con mayor rapidez que los demás, debido a que facilita la oxidación de la grasa y la termogénesis.

El té rojo ayuda a la absorción de las grasas. Lo mejor es tomar una taza después de la comida.